
Un viaje de transformación: el reto de migrar con responsabilidad
Migrar es una decisión que transforma vidas y plantea múltiples desafíos. Para muchos, representa la oportunidad de crecimiento personal y profesional, pero también implica enfrentarse a incertidumbres y obstáculos. Este es el caso de Isabel Cristina Gómez, una trabajadora social colombiana, quien, tras la pandemia, decidió emprender un viaje en busca de nuevas oportunidades en el extranjero, enfrentando retos económicos, adaptativos y migratorios.
Su historia comenzó con un viaje exploratorio a Nueva York y continuó en Australia, donde inició sus estudios. Sin embargo, tras evaluar sus opciones, decidió trasladarse a Estados Unidos con una visa de estudiante. A través de su experiencia, destaca la importancia de migrar de manera legal y planificada, subrayando que la educación, la preparación y el conocimiento de los procesos migratorios son claves para lograr estabilidad y éxito en el exterior.
– En 2022, después de la pandemia, comencé un proceso transformador en mi vida: decidí migrar de mi país de origen. Sentía que había cumplido muchos de mis sueños en Medellín y quería explorar el mundo, conocer culturas diversas y ayudar a muchas personas.

En ese momento, estaba desempleada y debía pagar un apartamento que había comprado en 2021, después de terminar una relación de pareja. Como trabajadora social egresada de la Universidad Pontificia Bolivariana, una profesión que amo profundamente, siempre he soñado con viajar por muchos países y conocer culturas diferentes. Tengo una especialización en gestión del talento humano y la productividad de la Universidad de Medellín, gracias al apoyo de mi madre.
En 2022, migré a Nueva York por tres meses con una visa de turista. Quería explorar y entender el proceso migratorio que muchas personas consideraban bueno para ganar dinero, laborar y conocer nuevos lugares. Aunque fue difícil al principio, conocí a personas maravillosas que me ayudaron en el camino.
Después de regresar a Colombia, continue trabajando en mi profesión durante ocho meses, pero siempre sentí el deseo de alcanzar grandes logros en otros países, y conocer el mundo. En diciembre de 2022, visité las instalaciones de una agencia para viajar a Australia, un sueño que tenía desde los 15 años. Sorprendentemente, recibí un pago inesperado que me permitió separar el dinero para mi viaje.

Viajé a Australia y comencé mis clases en mayo de 2023. Sin embargo, en septiembre, antes de renovar mi visa, analicé mis proyectos y decidí que era más económico estudiar en Estados Unidos. Inicié mi proceso de sacar la visa de estudiante desde Australia a Estados Unidos, la cual me fue aprobada en Melbourne.
Como estudiante, regresé a Estados Unidos. Aunque mi experiencia no fue como la había planeado, aprendí que la práctica constante y el ser autodidacta son clave para mejorar un segundo idioma. Mi recomendación para quienes consideran migrar a otro país es que lo hagan de manera responsable, sin poner en riesgo su vida y libertad.
Aunque esto puede requerir una mayor inversión económica y tiempo, la tranquilidad, la salud y la libertad son invaluables. Al migrar de forma legal, podrás cambiar tu estatus migratorio en cualquier momento, siempre y cuando realices las gestiones correspondientes. Esto te brindará la tranquilidad necesaria para desplazarte dentro del país sin temores.
Es importante investigar las diferentes opciones de visa. Para la mayoría de los países, puedes migrar como estudiante, turista, con visa de trabajo, como inversionista, como artista, entre otros. Por ejemplo, para Estados Unidos, existen visas de migrantes y no migrantes.




En conclusión, la migración responsable, junto con la educación y la fe, puede abrir puertas a nuevas oportunidades. Requiere un poco más de trámites y puede ser un poco más costoso, pero es la forma correcta para obtener beneficios grandiosos, tranquilidad y felicidad en tu futuro.