
El Gobierno Nacional radicó ante el Congreso la Ley de Financiamiento 2025, una reforma tributaria con la que busca recaudar $26,3 billones adicionales para el Presupuesto General de 2026. El proyecto, compuesto por 95 artículos, tiene como propósito equilibrar las finanzas públicas y mejorar la eficiencia del sistema tributario.
Entre los cambios más relevantes, se incluyen ajustes al IVA que gravarán con nuevas tarifas a los juegos de suerte y azar en línea, servicios de parqueadero y cuotas de administración de propiedad horizontal no residencial. Asimismo, a partir de 2026, la gasolina y el ACPM tendrán un IVA del 10 %, mientras que licores, vinos y bebidas alcohólicas se someterán a la tarifa general del 19 %, con 5 puntos destinados a la financiación de la salud en los departamentos.
En materia de impuesto de renta, se propone una nueva tabla progresiva para personas naturales que eleva la tarifa marginal hasta el 41 % en los ingresos más altos. El sector financiero y asegurador deberá pagar una tarifa efectiva del 50 %, con 15 puntos adicionales sobre la renta.
El proyecto también contempla un impuesto al patrimonio a partir de los 40.000 UVT, con tarifas que pueden alcanzar el 5 %, y nuevas cargas tributarias como un impuesto especial a la extracción de hidrocarburos y carbón, un 5 % para plataformas digitales y un 15 % para la normalización de activos omitidos.
Adicionalmente, se endurecen las sanciones por no expedir la factura electrónica, con multas y cierres de establecimientos, aunque se ofrecen reducciones transitorias de sanciones e intereses para deudores en mora.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, advirtió que el Gobierno no contempla márgenes de negociación para la reforma, dado el crítico panorama fiscal del país.




